domingo, 18 de mayo de 2008

Texto con inclusión de palabras

El cieguito volador[1]

Después de dar vueltas por el mundo –y de que el mundo de vueltas sobre él-, Luca pisó suelo argento y descubrió un nuevo horizonte.
Arribó desde la península itálica como un cazador oculto de sueños, de canciones. Tomó el subte, la línea B, pero se pasó y llegó hasta el Oeste, donde las ciudades tienen nombres anglosajones.
El paladar exquisito de la crítica lo aceptaría al instante. Porque el Tano tenía ese aire de locura que lo hacía más simpático aún.
Bien comido y bebido –sobre todo bien bebido- le regaló su vida a la música. Quizá su mejor álbum tendría el nombre de su prenda íntima favorita: “Corpiños en la Madrugada”. Era todo un transgresor y, aún así, dejaba lugar para la imaginación.
Dios nos guarde...una botella de tequila. Porque así fue su vida, de ojotas al bar y del bar al cielo[2]. Luca, el nombre propio del rock.
Sin dejar más informaciones que una sonrisa en el rostro y con su dedo mayor en alto, partió. “Fuck you” fue el grito de guerra en cada una de sus batallas. En el escenario o en la calle, siempre todo le dio igual.
La primera escena se vio por Hurlingham, en los movidos años 80. La última no llegó, ni llegará jamás. Porque vive, Luca vive.


[1] Letra y Música SUMO
[2] Tema “Luca”, letra y música Divididos

Leonel Silvero Combina

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