domingo, 18 de mayo de 2008

Especie patafísica: "El libro de bolsillo"

He tenido la oportunidad de hacer un trabajo de campo en la isla de la Rural, situada en Buenos Aires. Ni bien llegué a la zona me llamó la atención la cantidad de seres vivos que se encontraban allí. Los seres humanos caminaban tropezándose unos con otros, yendo en diferentes direcciones, pero cuando se les preguntaba hacia donde iban y qué hacían, no sabían responder con claridad.
Más tarde, en esta misma isla, me llamó la atención una esquina en particular. Entre la calle 14 y 9 de la zona amarilla, se encontraban en exposición unos pequeños seres. Ordenados según su llegada a ese lugar, a ese trozo de madera que los sostenía, juntaban polvo al pasar los días. Me detuve a observarlos durante semanas para verificar que sus hábitos y costumbres coincidan con sus relatos sobre los mismos. Al observarlos con detenimiento durante el día y la noche logré conocerlos aún mejor y descubrí que son una especie maravillosa.
Son perezosos y se alimentan del aire. Por este motivo, sufren al estar entre paredes de cartón y de otros materiales, donde los colocan para transportarlos. Hacen rituales alegres al ver que un humano elige a uno de ellos y lo lleva hacia un mejor destino. Saben que es probable que no se vuelvan a ver, pero se despiden con alegría porque tienen la certeza de que aquel, afortunado, tendrá un futuro mejor. La familia se compone por hermanos, miembros totalmente idénticos, clonados, y por primos, que son infinitos, pero sólo se relacionan con algunos, los más cercanos. Tienen un padre o una madre, a veces más de uno, pero la mayoría de las veces jamás tienen contacto con ellos, ya que sólo producen un único hijo natural y biológico y, a partir de él, se reproducen los demás con el mismo material genético. Por este motivo, el hijo primogénito tiene más valor que sus hermanos “copia”.
Esta especie tiene un tamaño muy pequeño porque sus padres han pensado en que, quien los conozca y se case con ellos, debería poder llevarlos consigo todo el tiempo y en todo lugar. Hasta en el bolsillo. Algunos de ellos son más largos y otros más cortos. Pero también se diferencian en su calidad, tanto por dentro que por fuera. Su apariencia exterior distingue a los hermanos de los primos. Como en todos los grupos, hay algunos más poderosos, los de tapa dura, por ejemplo, son más fuertes que los de tapa blanda, pero otras veces esto no es tan importante cuando los de tapa blanda los superan en inteligencia, en saber, en contenido. Hay algunos más divertidos y con buen carácter, otros aburridos y malhumorados, otros son aplicados y poco sociables. Muchos discuten sobre ciertos temas hasta el cansancio.
Esta especie que envejece a través del tiempo, puede durar muchísimos años. Muchas veces uno de sus ejemplares se divorcia y cambia de dueño, otras veces lo desprecian y lo regalan, otras veces lo desprecian aún más y muere sin ser leído. Su lugar de residencia es muy amplio, los podemos encontrar en todas partes, desde carteras y bolsillos hasta en bibliotecas. Son nómades. Carecen de domicilio fijo. Algunas veces se mudan y un tiempo después vuelven a su antiguo hogar. Este ser es creado para que quien lo posea, se enamore de su cuerpo y se apasione al conocer su interior. Muchas veces su enamorado lo lastima, otras veces llora y moja las partes de su cuerpo con sus lágrimas, otras veces lo abandona y lo cambia por otra especie que le agrade aún más. Algunos enamorados son poligámicos y comparten tiempo con más de uno de ellos en distintos momentos del día. Son muy celosos y posesivos. Quieren que el lector, su enamorado, los toque y acaricie todas las partes de su cuerpo hasta el final. Lo extrañan cuando lo cierran y lo dejan dormir, y esperan con ansias su futuro encuentro.

Carla Velásquez

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